sábado, 23 de mayo de 2015

VISITA DE LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA No 163 DR. ABEL PEYRANO DE EL SIAMBÓN AL MONASTERIO Y A LA FÁBRICA




PARA PENSAR:

“El pensamiento monástico no hace distinción entre tiempo contemplativo y tiempo laboral, por entender que esta dicotomía es reductora y falsa. Una cosa es gracias a la otra. Lo mismo que la oración tiene una funcionalidad en el orden temporal porque contribuye a «santificar» el tiempo, el trabajo contribuye a ordenar y «sanar» el espacio, no porque el espacio sea una realidad malsana en sí misma, sino por su condición de exterioridad…nos descubre una dimensión del ser humano, aquella que esta relacionada con la realidad espacio-temporal del hombre. Si la relación tiempo-oración es la señal de la interioridad del hombre, la relación espacio-trabajo es la señal de lo que el ser humano tiene de exterioridad[1].




[1] M. Martínez Antón, Conocer el monacato de nuestro tiempo, Monte Casino, Zamora, 2001, p. 427

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